MANIFIESTO EXPERTOS MOLINO VESTAS


La construcción y puesto funcionamiento en Celada-Marlantes, Campoo de Enmedio, de un aerogenerador de 150 metros de altura e infraestructuras para su actividad (pistas de gran tamaño, instalaciones, línea para evacuar la energía producida,…) ha causado, entre otros daños, la destrucción o, al menos, el grave deterioro de una parte importante de nuestro patrimonio cultural histórico-arqueológico, por lo que los firmantes de este escrito, todos dedicados al estudio, difusión y defensa de dicho patrimonio, MANIFESTAMOS:

Nuestra convicción de que la correcta protección del patrimonio histórico-arqueológico de la zona, tan importante, 1) exige el estricto cumplimiento del informe elaborado el 12 de mayo de 2010, previamente al inicio de la agresiva y dañina obra, por el Jefe de Arqueología de la Dirección General de Cultura, así como que 2) los posteriores, de 18 de junio y 6 de julio de 2010, se refieren sólo a un aspecto muy parcial (la coincidencia de la obra con el entorno físico de protección del BIC Castro de las Rabas) y no cubren todas las afecciones que genera la implantación y mantenimiento de la infraestructura eléctrica.

Entendemos que, por ello, la obra autorizada vulnera la actual legislación de Patrimonio Cultural, pues afecta la contemplación y valoración, desde el punto de vista histórico y arqueológico, del escenario de ese patrimonio, impidiendo o al menos dañando su posible estudio futuro por expertos e, incluso, su visión por los muchos ciudadanos que tengan interés en ello.

Nos parece llamativo que los acertados criterios de protección que se dio al muy importante Patrimonio cultural de la zona en los casos del Plan Director Eólico Cotío, Parque Eólico de Celada y Permiso de Investigación Marlantes, no se hayan seguido en este caso, causando el daño irreversible a que nos hemos referido.

No se puede entender que, al dar el visto bueno a las obras, la Consejería de Cultura incumpla sus propias Órdenes anuales que excluyen de la convocatoria para autorizar actuaciones arqueológicas el llamado “Parque arqueológico cántabro-romano”, que incluye Julióbriga, La Poza, El Pedrón y Las Rabas, así como todos los sitios cántabros y romanos del territorio que se extiende entre la zona de Enmedio y el núcleo de Camesa-Rebolledo, entre los que está la zona en que se ha desarrollado la actividad que denunciamos, como también resulta difícil comprender el olvido, además, del proyecto de la Consejería de incluir la zona un el futuro Parque arqueológico cántabro-romano y otro de investigación arqueológica por el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria. No se entiende que en un lugar de tan reconocido valor cultural legalmente protegido, se permita una actuación tan lesiva.

Coincidimos con el Jefe del Servicio de Arqueología de la Consejería de Cultura en su discrepancia respecto a la definición excesivamente geométrica que se da al concepto de “entorno de protección”, pues tal definición es, estricto sensu, más proteccionista; debe ponerse en relación con la rigurosa exigencia de la Ley del Patrimonio en el sentido de obligar a un estricto y cuidadoso mantenimiento de “las características ambientales y la silueta paisajística”, incluso del “volumen, la forma, las texturas y el color (…)” o de “la vegetación característica de la zona” sobre la que se interviene. Evidente.

Lo hecho constituye un insensato proyecto, pues las reliquias de la historia antigua no se salvan sólo con recoger las piezas arqueológicas y llevarlas a un museo, sino que hoy en día los países más civilizados hacen grandes esfuerzos por conservar en la mayor integridad posible el paisaje donde se desarrollaron los importantes eventos de la historia, mostrando su perfil y las ruinas que protagonizaron tales hechos; lo que se llama “Parques arqueológicos”.

En concreto, la zona de Peña Cutral, donde se levanta el gigantesco aerogenerador, es territorio de especial relevancia para la historia de Cantabria, España, Europa,…, pues en un entorno topográfico muy limitado se encuentran, testigos de aquellas gestas históricas, dos grandes campamentos romanos para una legión y sus tropas auxiliares en el lugar llamado La Poza, otro campamento menor, para una cohorte, en el lugar llamado El Pedrón, un importante poblado cántabro bien fortificado, al que asediaban los romanos, en el lugar de Las Rabas y, finalmente, los restos aún visibles, no totalmente investigados, en Peña Cutral de la calzada romana que facilitaba la movilidad y el aprovisionamiento de las tropas; a poca distancia se encuentran las ruinas de la famosa ciudad romana de Julióbriga. A todo esto habrá que unir otros muchos elementos y ruinas, aún no identificados por los arqueólogos por falta de medios económicos, pero que es seguro que allí están, serios testigos de importantes acontecimientos históricos. De ello da cumplida referencia el libro “Castros y castra de Cantabria” recientemente publicado por ACANTO con el patrocinio de la Consejería de Cultura.

En Celada-Marlantes tenemos, pues, un importante “escenario” de las guerras cántabras, un episodio final e inicio de la pax romana promesa que sirvió a César Augusto para proclamar el IMPERIO ROMANO, y del que se desconoce lo sucedido, los años, el número de soldados romanos y resistentes cántabros que intervinieron, su duración,…, datos para cuyo conocimiento serán precisas nuevas intervenciones, investigación de arqueólogos, historiadores,.... sobre un escenario adecuado no deteriorado ni, mucho menos, destruido.

Hagamos todo lo necesario para posibilitarlo; no es tan caro.

Firmado:

Aurelio González de Riancho

Miguel Ángel García Guinea

Manuel García Alonso

Ramón Bohigas Roldán

Ramón Teja Casuso

Joaquín González Echegaray

José Luis Casado Soto

No hay comentarios:

Publicar un comentario