AGRADECIMIENTO DE LOS VECINOS DE LASAGA LARRETA 33


AGRADECIMIENTO EN DEFENSA DEL HONOR PERDIDO
Vecinos de Lasaga Larreta 33

Nunca pensamos los vecinos de Lasaga Larreta 33 que llegaríamos a ser portada de un panfleto que algunos llaman periódico, ni mucho menos que nos veríamos convertidos durante cinco o seis días, siete u ocho páginas completas del libelo, en carne de prensa amarilla; no creíamos que en torno a una mentira mal urdida en apoyo de los abusos de E.on, una multinacional desalmada, se podría llegar a  hacer creible una historia tan siniestra.
Hemos vivido algo tan inesperado e increible como lo que pudo sufrir Katharina Blum en la hoy poco recordada novela del premio Nobel Henrich Böll, escrita en 1974 y basada en hechos reales, “El honor perdido de Katharina Blum”. Una novela que constituye sólida y posiblemente premonitoria reflexión acerca de alguna de las muchas razones que hacen que, a partir de la injusticia, el orgullo personal, la seguridad moral y una insoportable sensación de enfrentarse a un dañino poder espurio e impune, se manifieste una violencia sin remordimientos frente a abusos apoyados en lo que los medios llaman libertad de expresión… suya. Muestra la novela, al tiempo que desvela los crueles métodos con los que la prensa amarilla tergiversa los hechos, como se destruye “la salud, el honor y el buen nombre de personas inocentes”, a las que convierte en “objeto de interés público”; un libro que, a la luz de los hechos que hoy vivimos, todo el mundo debería leer para aprender a recibir con prudencia lo que difunden los medios.
Una vez pasados los días de la infamia, la lluvia de acusaciones, insultos y “piropos”, desde la mayor serenidad posible queremos, en primer lugar, hacer público nuestro agradecimiento a todos los que os unisteis a nuestra justa protesta, que por unos días habéis hecho vuestra; con vuestra participación habéis evidenciado, una vez más y como siempre, el enorme valor de la solidaridad, de la lucha en grupo contra la injusticia.   
Resulta innecesario recordar que la queja fue, en todo momento, civilizada y pacífica, sin que se buscara la confrontación con nadie; y menos que con cualquier otro con quienes, creyendo estar participando en una competición deportiva debidamente organizada, lo hacían en un caótico anuncio de la multinacional E.on y su poder abusivo; es evidente que los hechos en que luego ha pretendido involucrarnos El Diario (más bien Delirio) Montañés han sido muestra expresa de lo que en su poema Labrador (1808) dejó dicho Goethe: “Pero sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos”; cita que, por cierto y al contrario de lo que afirma una habitual leyenda urbana, no aparece en Don Quijote de la Mancha. No vamos a valorar hechos falsos y, por ahora, nos limitaremos a decir, por si alguien no lo sabe, que Antoñanzas, Presidente de E.on, y Rodrigo Echenique, mano derecha de Botín y pretendido sucesor in péctore suyo, forman parte del Consejo de Administración del libelo que delira.
Los colectivos y las personas que a título individual nos habéis apoyado manifestando vuestro rechazo a una actividad en la que la abusiva E.on solamente buscaba publicidad frente a la cantidad de quejas que los ciudadanos tienen contra ella tenéis nuestro agradecimiento más sincero por vuestra fortaleza ante la provocación y burla que apoyó el Ayuntamiento,  burla que llegó al extremo de, con lo grande que es nuestra ciudad, obligar a los vecinos de Lasaga Larreta 33 a soportar la befa de que la “pachanga” pasara por delante de nuestras viviendas.
Si hubiera sido una carrera, nos habría gustado animar a los corredores desde las ventanas, y disfrutar de ello, pero no era una carrera y nos vimos obligados a hacer patente la vergüenza que constituyen el trato de la empresa y la actitud del Ayuntamiento, actitud que llegó hasta el extremo de regalar por un rato la fachada y la plaza de “la casa de todos” como pantalla para la publicidad y espacio para grabar un anuncio barato de la abusiva eléctrica.
De quienes participaron en la actividad promovida por E.on y se quejan de nuestra actuación no buscamos que se alíen con nosotros sino solamente que, si como aficionados al deporte les preocupa su salud, entiendan que la nuestra también es importante y un transformador, día y noche funcionando bajo nuestra casa, nos la daña a chorros sin que la multinacional E.on nos haya dado solución en más de seis años… pues ello no conviene a sus intereses exclusivamente económicos. Algunos nos han criticado porque, dice el libelo, no les hemos dejado correr libremente y no creemos que, aunque ello fuera cierto, sea motivo suficiente para que no nos entiendan y, muy al contrario, se solidaricen con la multinacional y el alcalde que la apoya. Deseamos que los que hoy chillan, nos insultan y nos dicen que limitamos su derecho a correr mañana no vivan con impotencia los abusos de la empresa que los regaló -y obligó a ponerse- un ridículo frontal y una barata camiseta y se acuerden, avergonzados, de nosotros.
Ninguno de ellos ha debido vivir la impotencia que supone que Ayuntamiento, Industria y Medio Ambiente mientan en sus resoluciones e informes, o tener que “pegarse” cada día con la “atención al cliente” de E.on que el panfleto publicita como ejemplar en sus páginas… y no existe o con una compañía etérea, inexistente, una “entelequia”, algo que en realidad no existe para el común de los mortales y a la que no hay modo humano de dirigirse, algo que les sirve para que las reclamaciones se difuminen en el éter, mientras ellos y sus fieles medios de comunicación siguen engordando. Como resumen, una reflexión sincera, nosotros también quisiéramos vivir tranquilos y en paz, como parecen hacerlo ellos, pero no nos dejan.
El lado positivo es que los hechos, en especial la infame campaña de prensa, han provocado una reacción, han hecho despertar a algunos de los que, con lo que aquí y ahora llueve, seguían dormidos. Ni las administraciones ni las multinacionales ni los mercados dan soluciones a los ciudadanos de a pié que cada día pierden más y más parte de los derechos que gente con coraje y valentía conquistaron para ellos. Vivimos de espaldas a la realidad, aceptamos que hay derecho a la vivienda, a alimentarse, al trabajo, a la educación, a la sanidad... y no releemos los ocho objetivos del milenio que la ONU acordó para el año 2015, entre otros reducir la pobreza extrema, garantizar la sostenibilidad del medio, el acceso a una educación primaria,... Parece que vivamos en otro mundo y todo se desmorona alrededor nuestro. Estamos llegando al extremo de pretender, incluso, privarnos los unos a los otros del mínimo derecho a la protesta. Los colectivos que nos habéis apoyado conocéis bien estas luchas, lleváis años intentando mejorar esto un poco, poniendo en práctica el principal objetivo del milenio, que ”debemos estar unidos para progresar”. Por haber estado con nosotros y por vuestra lucha de siempre os reiteramos el agradecimiento de los vecinos de Lasaga Larreta 33 y, pues habéis demostrado conocer lo importante que es agruparse y luchar para cambiar las cosas, hemos aprendido a no caer en el desánimo y seguir adelante, sabiendo que en el camino hay sinsabores, pero también frutos y soluciones. 

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